domingo, 20 de septiembre de 2015

Medicina grecorromana

La medicina griega alejandrina influyó en la Roma conquistadora a pesar de la resistencia inicial de los romanos. Asclepíades de Bitinia, tuvo un papel importante en el establecimiento de la medicina griega en Roma en el siglo I a.C. Contrario a la teoría de los humores, pensaba que el cuerpo se componía de partículas desconectadas, o átomos, separados por poros. La enfermedad era causada por la restricción del movimiento ordenado de los átomos o por el bloqueo de los poros, y el tratamiento que propuso se basaba en el ejercicio, los baños y las modificaciones en la dieta más que en los fármacos. Esta teoría se revitalizó en varias ocasiones y de distintas formas hasta finales del siglo XVIII.
Los escritores médicos más importantes de los siglos I y II d.C. además de Galeno de Pérgamo, fueron el romano Aulio Cornelio Celso, que escribió una enciclopedia de medicina; el médico griego Pedáneo Dioscórides, el primer botánico médico científico; el médico griego Arteo de Capadocia, discípulo de Hipócrates; el anatomista griego Rufo de Éfeso célebre por sus investigaciones sobre el corazón y los ojos; Sorano de Éfeso, ortopedista griego que recogió información relativa a la obstetricia y la ginecología, en apariencia basada en la disección humana, y que distinguió las enfermedades por su sintomatología y evolución.
Galeno de Pérgamo, también griego, fue el médico más importante de este periodo y el segundo después de Hipócrates en la historia médica de la antigüedad. A pesar de su autoridad indiscutible sobre la medicina de la edad media, sus principales doctrinas precisaron alguna elaboración. Galeno describió los cuatro síntomas clásicos de la inflamación (rubor, dolor, calor y edema) y realizó grandes aportaciones al conocimiento de las enfermedades infecciosas y a la farmacología. Su conocimiento anatómico del cuerpo humano fue deficiente debido a que se basaba en disecciones de animales. Algunas de las enseñanzas de Galeno retrasaron el avance médico. Por ejemplo, su teoría de que la sangre transportaba el pneuma, o espíritu de vida, que le aportaba su color rojo, iba unida a la idea errónea de que la sangre atravesaba la pared de un poro entre los ventrículos del corazón, lo que provocó el retraso en la comprensión de la circulación y la paralización de la investigación en fisiología. Su trabajo más importante, sin embargo, versó sobre la forma y función de los músculos y la función de las áreas de la médula espinal. Fue también célebre por sus diagnósticos y pronósticos. No puede subestimarse la importancia del trabajo de Galeno, ya que a través del conocimiento de sus escritos, la medicina griega se trasmitió al mundo occidental a través de los árabes.
Medicina romana

Las contribuciones romanas más originales se realizaron en los campos de la salud pública y de la higiene. La organización del saneamiento de las calles, el suministro de agua y los hospitales públicos de los romanos no fueron superados hasta los tiempos modernos.


MEDICINA EN LA EDAD MEDIA

A la infiltración progresiva en el mundo romano de una serie de pueblos extranjeros sucedió un periodo de estancamiento de las ciencias. La medicina occidental en los albores de la edad media consistía en folclore, mezclado con una pobre comprensión de lo poco que se conocía de las enseñanzas clásicas. Incluso en la refinada Constantinopla las epidemias sirvieron para iniciar el resurgimiento de las prácticas mágicas. Sólo algunos médicos griegos extranjeros como Oribasio, Alejandro de Tralles y Pablo de Egina, mantuvieron la antigua tradición frente a la creciente decadencia moral, la superstición y el estancamiento intelectual.



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