MEDICINA
DEL RENACIMIENTO
Durante el renacimiento no
se produjo un cambio abrupto en el pensamiento médico, pero se acentuó la
crítica hacia Galeno y los arabistas y hubo un resurgimiento de las doctrinas
de Hipócrates. Los artistas del renacimiento volvieron al estudio de la
anatomía humana, los músculos en especial, para retratar mejor el cuerpo
humano. Leonardo da Vinci realizó destacados y precisos dibujos anatómicos
basados en la disección del cuerpo humano. Por desgracia su trabajo, en su
mayor parte ignorado durante siglos, ejerció poco efecto en su época.
La publicación en 1543 del
tratado de anatomía De Humani Corporis Fabrica, obra del anatomista belga
Andrés Vesalio, fue un hito en la historia médica. Demostró de manera evidente
centenares de errores de la anatomía de Galeno junto a su contemporáneo Gabriel
Falopio, quien descubrió las trompas uterinas que desde entonces llevan su
nombre, y el tímpano; además diagnosticó enfermedades del oído, de los
conductos lagrimales y de las trompas de Falopio. El médico español Miguel
Servet contradijo también a Galeno, y fue el primero en describir de forma correcta
el sistema circulatorio pulmonar y en explicar la digestión como fuente de
energía corporal. Durante su tormentosa carrera, el médico y alquimista suizo
Paracelso, fundador de la farmacoterapia, rompió con los tratados clásicos
sobre medicina, descubriendo nuevos remedios químicos y defendiendo que las
enfermedades se debían a agentes externos al cuerpo. Ambroise Paré, cirujano
francés, facilitó la amputación quirúrgica gracias al uso del fórceps y al
empleo de la ligadura, en lugar de la cauterización, para frenar la hemorragia.
El médico y poeta italiano Girolamo Fracastoro, también llamado el padre de la
epidemiología científica, demostró el carácter específico de las fiebres y
descubrió el tifus; el término sífilis, otorgado a la virulenta enfermedad que
devastaba Europa, procede de su famoso poema Sifilis sive morbus gallicus (La
sífilis o mal de los galos, 1530). A él se le atribuye la teoría de que las
enfermedades infecciosas se transmiten por contagio de gérmenes invisibles
capaces de autorreproducirse, y es el precursor de las teorías bacteriológicas
modernas.
LA
MEDICINA EN LA AMÉRICA ESPAÑOLA
España llevó a América —dice
el historiador Francisco Guerra— la mejor medicina de su tiempo y una
organización sanitaria eficiente. Destaca la institución Protomedicato, que
desde 1570 funcionó en todos los territorios conquistados. Consistía en un
consejo presidido por un médico con autoridad para examinar y regular el
ejercicio de médicos, cirujanos, farmacéuticos y comadronas, inspeccionar boticas
y hospitales, informar sobre los fármacos y las aguas del lugar, y establecer
cuarentenas en caso de epidemias.
El primer hospital de
América lo creó Nicolás de Ovando en Santo Domingo en 1503, y el primero en
México lo estableció Cortés en 1521.
Bernardino Álvarez creó en
1567 en México el primer hospital para enfermos mentales. Las mejores
instituciones hospitalarias de Hispanoamérica estuvieron gestionadas por la
orden de san Juan de Dios. En todas las universidades del continente se
instituyeron cátedras de medicina: en 1578 en México, en 1634 en Lima y en 1681
en Guatemala. El primer libro de medicina publicado en América fue Opera
medicinalia, de F. Bravo, editado en México en 1570.
No hay comentarios:
Publicar un comentario