Medicina griega
La medicina griega más primitiva se basaba en
la magia y los hechizos. Homero consideraba que Apolo era el dios de la
curación. En la Iliada de Homero, sin embargo, se pone de manifiesto un
considerable conocimiento del tratamiento de las heridas y otras lesiones a
través de la cirugía, ya reconocida como una especialidad distinta de la
medicina interna.
Después Asclepio suplantó a
Apolo como dios de la curación y los sacerdotes practicaban el arte de curar en
sus templos. Más tarde, una secta semisacerdotal, denominada Asclepíades, en la
que sus miembros se consideraban descendientes del dios de la medicina,
practicaba una forma de psicoterapia denominada incubación.
En el siglo VI a.C. la
medicina griega se volvió secular por completo; hacían hincapié en la
observación clínica y la experiencia. En la colonia griega de Crotona, Alcmaeon
(siglo VI a.C.) identificó el cerebro como el asiento fisiológico del
entendimiento. El filósofo griego Empédocles formuló el concepto de que la
enfermedad es en primera instancia la expresión de un desequilibrio entre la
perfecta armonía de los cuatro elementos: fuego, aire, agua y tierra; y formuló
una teoría rudimentaria de la evolución. Cos y Cnido son las dos escuelas de
medicina griega más famosas que florecieron en el siglo V a.C. bajo los
Asclepíades. Estudiantes de ambas escuelas contribuyeron al Corpus
hippocraticum (Colección hipocrática) y a una antología de escritos de varios
autores, aunque se le atribuye a Hipócrates, conocido como el fundador de la
medicina. Ninguno de estos trabajos menciona curas sobrenaturales. Se
impusieron los valores éticos más elevados a los médicos, quienes tomaron el
célebre juramento atribuido a Hipócrates, el juramento hipocrático, vigente
hoy. El conocimiento de la anatomía humana se basaba en la disección de los
animales. La fisiología se basaba en los cuatro humores cardinales, o fluidos
del organismo (sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra): este concepto
procedía de la teoría de Empédocles de los cuatro elementos. El dolor y la
enfermedad se atribuyeron al desequilibrio de estos humores. El verdadero genio
de Hipócrates se muestra en sus obras Tratado del pronóstico y Aforismos, donde
se hallan los más expresivos resúmenes de la vasta experiencia clínica que
inspiró incontables comentarios hasta bien entrado el siglo XVIII. De un valor
excepcional son también los trabajos hipocráticos Tratado de las fracturas y
Tratado de las luxaciones.
El filósofo griego
Aristóteles, a pesar de no ser médico en la práctica, contribuyó mucho al
desarrollo de la medicina con sus numerosas disecciones de animales. Es
conocido como el fundador de la anatomía comparada.
En el siglo III a.C.
Alejandría (Egipto) sede célebre de la escuela de medicina y de una biblioteca,
se estableció como centro de la ciencia médica griega. En Alejandría el
anatomista Herófilo realizó la primera disección pública y el fisiólogo
Erasístrato realizó importantes trabajos en la anatomía del cerebro, los
nervios, las venas y las arterias. Sus seguidores se dividieron en varias
facciones enfrentadas: la más notable fue la de los empíricos, que basaban su
doctrina en la experiencia conseguida a través del ensayo y el error.
Destacaron en cirugía y farmacología; un estudiante regio del empirismo,
Mitrídates VI Eupátor, rey del Ponto, desarrolló el concepto de la tolerancia a
ciertos venenos por la administración de dosis que se incrementaban de forma
gradual.
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